Anticuerpos secundarios antirrata
Los anticuerpos secundarios anti-rata son herramientas indispensables en la investigación inmunológica, desempeñando un papel fundamental en una multitud de aplicaciones experimentales. Estos anticuerpos sirven como el puente entre los anticuerpos primarios generados en ratas y diversas técnicas analíticas, lo que permite a los investigadores explorar diferentes áreas de investigación científica.
Estos anticuerpos tienen aplicaciones versátiles en métodos como ensayos inmunosorbentes ligados a enzimas (ELISA), Western Blotting, inmunohistoquímica, inmunocitoquímica, citometría de flujo e inmunofluorescencia. Su adaptabilidad los hace imprescindibles para los científicos que buscan obtener información sobre las complejidades de la biología celular y molecular.
Lo que distingue a los anticuerpos secundarios anti-rata es su disponibilidad en una variedad de formatos, diseñados para satisfacer las demandas específicas de diferentes configuraciones experimentales. Los investigadores pueden elegir entre anticuerpos IgG completos o versiones directamente conjugadas, unidas a diversas moléculas reporteras, como fosfatasa alcalina (AP), biotina, cianina 3, cianina 5, cianina 5.5, FITC, HRP, PE y TRITC. Esta versatilidad permite a los científicos diseñar experimentos con precisión y flexibilidad.
En su desarrollo, estos anticuerpos secundarios se producen en diversas especies hospedadoras, como conejos, burros, ratones, ovejas y cabras. Su alto nivel de validación garantiza su precisión y especificidad al reconocer las clases, subclases, fragmentos y cadenas ligeras de inmunoglobulina de rata, lo que los convierte en compañeros confiables en la búsqueda de descubrimientos científicos.