Secundarios no modificados
Los anticuerpos secundarios actúan como amplificadores de la respuesta inmunitaria primaria. Reconocen y se unen a anticuerpos primarios que ya se han fijado a un antígeno diana específico. Esta unión desencadena una cascada de amplificación que permite la detección y cuantificación de la diana con mayor sensibilidad.
Versatilidad en todas las aplicaciones:
- Los anticuerpos secundarios son muy adaptables y tienen aplicaciones en un amplio espectro de áreas de investigación. Forman parte integrante de técnicas como el western blot, la inmunohistoquímica, la inmunocitoquímica, la citometría de flujo y los ensayos inmunoenzimáticos (ELISA). Su versatilidad permite a los investigadores explorar respuestas inmunitarias, mecanismos de enfermedades y perfiles de expresión de proteínas.
Especificidad:
- Para garantizar la precisión, los anticuerpos secundarios se seleccionan cuidadosamente en función de su especificidad para la especie huésped del anticuerpo primario. Esta especificidad minimiza el potencial de reactividad cruzada con otras inmunoglobulinas, garantizando resultados precisos y fiables.
Etiquetas diversas:
- Los anticuerpos secundarios pueden marcarse con diversas moléculas informadoras, como enzimas, fluoróforos, biotina o nanopartículas de oro. Estas etiquetas permiten visualizar o cuantificar el antígeno diana, abriendo vías para diseños experimentales innovadores.
Facilitar la obtención de imágenes multicolor:
- En la era de las técnicas de imagen avanzadas, los anticuerpos secundarios son esenciales para la microscopía de fluorescencia multicolor. Los investigadores pueden visualizar simultáneamente varios antígenos en la misma muestra, lo que permite comprender procesos biológicos complejos.